Desde el hueco.
(Suite ecuménica en cuatro actos)
Cía. Mirlo_blanco
“El peor día del año,
suena el timbre de una casa.
Alguien abre la puerta.
¿La persona que pasa es conocida
de alguno de los que están en la casa?
No.
Sí.
Es su día de suerte.
Hoy le ha hablado Dios desde
detrás del water y le ha dicho
algo,
pero nadie lo entiende.
Evidentemente,
a lo que no sirve,
lo suyo es echarlo al cubo de la
basura.”
“La compañía mirlo_blanco nace con ese nombre a partir de este trabajo. Alguno de sus integrantes hemos trabajado juntos, previamente, con otros nombres.
Otros no.
Somos catalanes, franceses, vascos; nacionalizados portugueses, italianos y españoles y argentinos residentes. Pero vivimos en Madrid.
O casi.”
Del proyecto
El proyecto consiste en un montaje teatral en cuatro actos. A partir de una estructura de escenas y secuencias, determinada por el argumento, se definen los diálogos y el texto final en un proceso de investigación desarrollado durante los ensayos en base a improvisaciones propuestas a los actores.
Esta elección de método de trabajo surge de la necesidad de crear una dramaturgia de tinte netamente naturalista, donde la situación se desarrolle dando una sensación de cercanía al espectador, tanto desde el espacio escénico como desde la interpretación misma. En ésta representación los personajes han de parecer “personas como tú y como yo”, sin necesidad de atravesar ningún código metafórico más allá del inevitable en un ámbito escénico.
En la búsqueda de situar la acción en el seno de una gran ciudad, en una sociedad de carácter occidental y cosmopolita como la nuestra, hemos decidido incluir actores de diferentes procedencias -Argentina, España, Francia- con la intención explícita de que no se esfuercen en disimular (ni remarcar) sus acentos particulares.
En este sentido, el trabajo de improvisación y reescritura es imprescindible a la hora de rescatar el propio uso del lenguaje de cada actor de una manera verosímil.
El proyecto incluye la realización de un documental que recoja la experiencia de la investigación de los actores.
Del texto (sinopsis)
La suite está dividida en cuatro partes: Vestíbulo, Sala, Cuarto de Baño y Dormitorio. Está situada en el extrarradio de una gran ciudad, una tarde de esas en las que parece que nunca volverá a suceder cosa alguna.
En ella viven Víctor y Sylvie, arrastrando una tempestuosa relación. Adrián, amigo de Víctor desde la infancia y que vive en otro país, les está haciendo una visita. Pero el clima familiar es irrespirable.
Llaman a la puerta. Los dueños de casa, absortas en su rencilla, no contestan.
Adrián desesperado sí.
Allí se encuentra a Antonio, evangelista en misión, recolector de residuos, y quizás, un poco pelmazo.
Adrián decide hacerlo pasar, para distraer la situación hogareña y gastarle una broma a su amigo, y divertirse un poco.
La involuntaria torpeza de Antonio empieza a resultarles cada vez más divertida y empiezan a tejer una enorme charada para dejarlo en ridículo.
Pero en un momento, el plan parece empezar a írseles de las manos?
“Desde el Hueco” es un juego dramático en el que se entrecruzan cuatro personas, en un espacio y un tiempo colmado de vacío, en un intento desesperado por llenarlo.
Fundamentos y temáticas
La idea de la trama surge de la necesidad de abordar ciertas temáticas, que intentaremos desarrollar aquí:
bullying
Todos hemos sido testigos de cómo en la escuela y en nuestro mismo curso existía un niño o niña que era constantemente humillado, golpeado, objeto constante de burlas y maltratos por todos los demás.
Sólo testigos, en el mejor de los casos. Probablemente artífices o cómplices. O protagonistas.
Esto sucede y ha sucedido siempre en todos los centros educativos; aunque quizás hoy seamos más concientes que antaño. De hecho, el fenómeno ya tiene su propia denominación técnica en el campo de la psicología social: el “bullying”, o acoso escolar.
“El acoso escolar es una especie de tortura, metódica y sistemática, en la que el agresor sume a la víctima, a menudo con el silencio, la indiferencia o la complicidad de otros compañeros.”
(José Sanmartín, “Violencia y acoso escolar”, Pág. 13.)
Se calcula que el número de niños que ha recibido directamente agresiones de este tipo ronda el 3 por ciento
del total, y más del 25 por ciento los que de una u otra manera han estado involucrados.
Hay algo en la naturaleza humana, visceralmente manifiesto en la niñez, que implica esta necesidad de destruir al más débil, al raro, al diferente. Necesidad de que se genere una mecánica de relación basada en el sometimiento, en la que la característica además es la de “todos a ése”. 1 La pregunta que nos hacemos es:
¿Dónde está hoy aquel niño/a de nuestro curso?
¿Qué ha sido de su vida?
¿Trabaja en el metro?
¿Cajera del súper?
¿Yonkie?
¿Maestro de escuela?
¿Diputado de la Nación?
fanatismo religioso
El otro tema que nos interesa abordar es el de los fundamentalismos religiosos. Pero no desde el punto de vista macro-social, en tanto herramientas de poder político a ser utilizadas en tal o cual sentido; si no en el más individual, en el movimiento de base; en qué es lo que moviliza a una persona a integrarse en una comunidad de éstas, abandonando completamente sus propias aspiraciones para someterlas a un ideal más allá del mundo visible.
Decidimos entonces poner la mirada sobre el caso más cercano a nosotros: Los Testigos de Jehová. Inútil sería intentar comprender, como Occidente intenta absurdamente, a los yihadistas; tan ajenos como hemos sido siempre a conocer su cultura, su historia, sus valores, su forma de ver el mundo y la vida.
Allí están, con su vocación de misión ecuménica, sus talleres y “rastros” para la reinserción social de los recuperados de adicciones, sus publicaciones, sus domingos por la mañana tocando el timbre y dando la vara.
Conversando acerca de las características comunes que podíamos ver en las personalidades que creíamos recordar dentro de este tipo de formaciones religiosas, Leo Tortul (escenógrafo) me dice “Es como si hubieran sobrevivido a algún tipo de abandono…”
Esto último se me antoja revelador.
Para quien ha sido abandonado, rechazado, excluido del mundo, no queda más que refugiarse en una esperanza que está fuera de este mundo.
Tendríamos aquí, como sociedad, un papel protagonista en el fenómeno. La no integración de algunos seres los empujaría -valga la graciosa similitud- al integrismo.
Finalmente habíamos encontrado dónde podría encontrarse nuestro sobreviviente del bullying.
La cultura de la mofa
Y éste último es un poco más delicado.
El conflicto de base que se plantea en la obra es el enfrentamiento, por un lado, entre el “Testigo”, como representante de una idea religiosa, con toda su carga de aparente estricta moral. Con todos las consecuencias que conocemos acerca de la no aceptación ni tolerancia a otras ideas diferentes y la voluntad de imposición de su propia visión como única verdad.
Y por el otro, el grueso de la sociedad del bienestar, del consumo, que habiendo trascendido ya de los dogmas religiosos (probablemente sufridos dada su imposición de manera represiva), se encuentra hoy en una especie de a-moralidad, ajena a cualquier clase de código ético más allá del propio disfrute y sin
detenerse a reflexionar en sus consecuencias. Y si entendemos como placer lo promocionado a través de los medios masivos de comunicación, ese disfrute es déspota, competitivo, insolidario y considera al otro como un mero objeto desechable para usufructuar.
Por supuesto que no es nuestra intención aquí tomar partido por una de estas dos posiciones ni mucho menos haber encontrado una solución a este dilema. Nuestro objetivo es provocar la inquietud, funcionar de la misma manera que un “testigo”, como los de los coches, aquellas pequeñas luces de atención en el tablero que nos indican que, ya sea por falta de aceite, exceso de temperatura o vaya a saber qué cosa, aquí hay algo que está andando mal.
Ficha técnica
En el escenario:
Sylvie: Florie Le Maire
Víctor: Pau Cólera
Adrián: Luis Almeida
Antonio: Aitor Presa
Detrás:
Fotografía y vídeo: Cecilia Lupiañez
Espacio escénico: Leo Tortul
Realización: miloarent
Vestuario: Luis Almeida
Diseño gráfico: Alicia Hernando Delgado
Iluminación: Martín Vaamonde
Productor adjunto: Elder McOwen
Producción: mirlo_blanco
Asistente de dirección: Germán Fabre
Dramaturgia y
Dirección general: Martín Miguel Vaamonde
Una coproducción de CELCIT PRODUCCIONES S.L. y MIRLO_BLANCO
Agradecimientos: Milagros Paredes, Leo Tortul, Elena Schaposnik, Luis Molina, Caro Alonso, Patricio, Fernanda Orazi, Antonio Garrido, Bonnie Morín, Ramiro Vayo, El Bauti, Paloma Parra, Elder McOwen. (Y los que hagan falta)
Producción: mirlo_blanco
Asistente de dirección: Germán Fabre
Dramaturgia y
Dirección general: Martín Miguel Vaamonde
Una coproducción de CELCIT PRODUCCIONES S.L. y MIRLO_BLANCO
Agradecimientos: Milagros Paredes, Leo Tortul, Elena Schaposnik, Luis Molina, Caro Alonso, Patricio, Fernanda Orazi, Antonio Garrido, Bonnie Morín, Ramiro Vayo, El Bauti, Paloma Parra, Elder McOwen. (Y los que hagan falta)
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